Ecuador inauguró hace seis años un puerto con tecnología de punta en las aguas profundas de Posorja, que solía ser un tranquilo pueblo pesquero a proximidad del océano Pacífico.
Equipado con cámaras de seguridad a lo largo de la carretera que lleva al puerto, controles biométricos en las puertas y escáneres para revisar los cargamentos, el proyecto de 1.200 millones de dólares fue diseñado para mantener a las drogas a raya.
Pero los traficantes se tomaron el lugar. De forma rápida y violenta.
Datos obtenidos por OCCRP y sus socios indican que Posorja ya sobresale como uno de los principales puntos de salida de cocaína, lo cual resalta los retos que las autoridades sudamericanas enfrentan para vigilar los puertos y proteger a las comunidades locales.
Según cifras de la policía de Ecuador, la cantidad de narcóticos que se mueven a través de Posorja se incrementó dramáticamente en los últimos años. En 2024, 15.4 toneladas de cocaína fueron interceptadas en el distrito donde se ubica el puerto, casi tres veces más que el año anterior.
Y el flujo de la droga aumentó a la par de la violencia. Los asesinatos en plena calle ahora son comunes. Entre 2014 y 2019 - el año de inauguración del puerto - se registraron 16 homicidios. Y de 2020 a 2024, se contabilizaron 208 muertes violentas. Una multiplicación por 13.
“Era un lugar de paz, ahora matan a dos o tres personas por semana y los locales cierran más temprano”, le dijo a OCCRP una persona que vive cerca del pueblo, quien solicitó anonimato por cuestiones de seguridad.

Policías llevan a cabo inspecciones en Posorja, Ecuador.
Policías llevan a cabo inspecciones en Posorja, Ecuador.
La cocaína producida en países vecinos y enviada a través de Ecuador —ahora el mayor exportador en el mundo— se cargaba habitualmente en contenedores que zarpaban de Guayaquil, la ciudad más poblada del país que se ubica unos 80 kilómetros tierra adentro sobre el río Guayas.
Pero la prominencia de Posorja sigue aumentando en una tendencia que se refleja también en las costas europeas. En Rotterdam, Países Bajos, uno de los puntos de entrada más importantes para la droga en Europa, Posorja fue el principal “puerto de carga” de Latinoamérica para la cocaína incautada en 2024.
Las autoridades de Amberes, Bélgica, confirmaron también que este ha sido el principal sitio de origen para la cocaína enviada desde Ecuador en ese año, superando a Guayaquil. Y Alemania informó, sin profundizar, que el número de incautaciones provenientes de Posorja ha ido en aumento.
Aduanas presenta en el puerto de Amberes los resultados de las incautaciones de cocaína y los métodos de búsqueda de contenedores con escáneres y perros rastreadores.
Ruggero Scaturro, analista sénior de la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Trasnacional, indicó que los traficantes parecen responder al creciente escrutinio policial en las rutas tradicionales —y que Posorja les atrae por las mismas razones que a los comerciantes legales.
"Si un puerto es competitivo y está bien conectado a través de infraestructura terrestre y también a través del comercio marítimo con destinos importantes específicos en Europa, entonces automáticamente será atractivo para las redes criminales", dijo Scaturro.
Al ser contactada, la compañía DP World Posorja —que opera el puerto— declaró que toma los esfuerzos por combatir el tráfico de drogas “con extrema seriedad” y que su instalación es “el puerto más seguro y avanzado tecnológicamente de Ecuador”.
“Lejos de representar una vulnerabilidad, los sólidos protocolos de seguridad de la terminal y la colaboración activa con las fuerzas del orden están diseñados para salvaguardar la carga y reducir los riesgos”, agregó una vocera de la empresa.
El costo para Posorja, una ciudad asolada por la pobreza y cuyo centro polvoriento consiste en casas pequeñas construidas con bloques de hormigón, ha sido alto.
“La tranquilidad de los pescadores y habitantes ha desaparecido”, lamentó recientemente un periódico local en su editorial, pidiendo al Estado intervenir en las guerras de cárteles que han dejado a los habitantes del pueblo “manchados de sangre”.
El residente local con el que habló OCCRP describió un clima de miedo, en el que nadie se siente a salvo de volverse un “daño colateral”.
"No sabes con quién estás conversando. Hay ‘radares’ que pasan esa información a personas de las bandas delictivas por mínimas cantidades de dinero”, dijo.
Un playa en Posorja, Ecuador.
Concesión a 50 años
Posorja solía vivir de su industria atunera y camaronera.
Todo eso cambió en 2016, cuando el gobierno otorgó una concesión de 50 años a DP World Posorja, el brazo local de una multinacional originaria de Dubai, a cambio de la construcción de un puerto de aguas profundas a lo largo del litoral del pueblo sobre el Pacífico. La compañía se asoció con una prominente empresa local, Nobis Holding. Su directora ejecutiva es tía de Daniel Noboa, un encumbrado empresario que es presidente de Ecuador desde 2023 (Nobis Holding no respondió a las solicitudes de comentarios).
Con un presupuesto estimado en 1,200 millones de dólares, el proyecto es una de las mayores inversiones extranjeras en la historia de Ecuador.
Y en alguna medida, ya es un éxito. El año pasado, Posorja se convirtió en el puerto más activo de Ecuador en términos de volumen comercial, además de ser el nuevo centro de operaciones de la importante compañía naviera Maersk, que antes funcionaba desde Guayaquil.
Credit: Google earth pro/Airbus/images from 2016-2024
Pero con el creciente movimiento de bienes legales, los traficantes encontraron nuevas oportunidades para camuflar droga entre productos como bananos, hojuelas de avena y flores. O directamente dentro de las estructuras de los contenedores. En los primeros cuatro meses de 2025, más de 10 toneladas de cocaína fueron incautadas en contenedores que llevaban alimentos.
Al otro lado del Atlántico, las autoridades portuarias de Rotterdam indicaron haber incautado más de seis toneladas de cocaína provenientes de Posorja en 2024, casi dos veces la cantidad interceptada con origen Panamá, el segundo puerto de embarque más usado por los traficantes.
Un informe interno de las autoridades de Rotterdam describió este repentino aumento - una multiplicación por cuatro entre 2023 y 2024 - como "sorprendente" y señaló que la rápida expansión del puerto ecuatoriano lo había hecho "particularmente atractivo para el abuso criminal, en parte porque la capacidad aduanera no está creciendo en consecuencia".
La tendencia también podría relacionarse con los cambios en el panorama criminal ecuatoriano en respuesta a la ofensiva gubernamental que se inició en 2024 para enfrentar un “aumento explosivo de la violencia relacionada con las drogas”, señaló el informe.
Amberes y Hamburgo registraron cambios similares. En el puerto belga, la cantidad de cocaína enviada desde Posorja se triplicó entre 2021 y 2024, con más de 14.6 toneladas confiscadas en 27 incautaciones en 2024, mientras que las cantidades interceptadas desde Guayaquil disminuyeron drásticamente en el mismo periodo de tiempo de acuerdo con información compartida con OCCRP. En los puertos de Bremerhaven y Hamburgo, las autoridades alemanas confirmaron sin entrar en detalles que han confiscado más cocaína proveniente de Posorja en el último año.
Un portavoz de la Subsecretaría de Puertos de Ecuador dijo que el aumento en el volumen de los envíos de Posorja en 2024 puede haber contribuido a “mayores riesgos de contaminación”.
Las informaciones sobre incautaciones también “evidencian el fortalecimiento del trabajo de la Policía Antinarcóticos del Ecuador, cuyos esfuerzos han permitido interceptar y evitar la distribución internacional de sustancias sujetas a fiscalización”, agregó.
Ni la policía ecuatoriana, ni las autoridades aduaneras, ni el gobierno local de Posorja, ni la marina, ni Maersk respondieron a las preguntas enviadas por el equipo periodístico.
“Destino final: Amberes”
Ecuador era considerado, hasta hace poco, uno de los países más seguros de América Latina. Entonces llegaron los cárteles de países como Colombia, México y Albania, que lo convirtieron en un epicentro logístico para exportar grandes cantidades de cocaína hacia Europa y otros lugares.
El atractivo ecuatoriano es diverso. Si bien no elabora cocaína, el país está convenientemente ubicado entre Colombia y Perú, los principales productores mundiales. Ecuador es además el principal exportador mundial de bananos, el producto perecedero favorito de los traficantes porque tiene que ser transportado rápidamente entre puertos.
Cocaína encontrada en contenedores de bananos enviados desde Ecuador hacia Europa en 2018.
En los últimos cinco años, Ecuador emergió “no probablemente, [sino] definitivamente como la puerta de salida número uno para la cocaína proveniente de Latinoamérica hacia Europa”, dijo a OCCRP el jefe de la Unidad de Drogas de Europol, Robert Fay.
La violencia siguió ese crecimiento, con guerras territoriales que llevaron a un incremento del 600 por ciento en la tasa de homicidios entre 2018 y 2024.
Cuando el puerto de Posorja abrió sus puertas en 2019, fue la primera instalación en Ecuador que utilizó escáneres diseñados para identificar bienes ilegales escondidos en los contenedores.
No pasó mucho tiempo antes de que los traficantes pusieran sus ojos en el puerto. En apenas cuatro meses, las autoridades habían ya incautado más de 230 kilos de cocaína en contenedores que transportaban flores y plátanos hacia los Países Bajos y Polonia, respectivamente.
DP World anuncia su sistema de escáneres en su página de Facebook.
Chats interceptados entre supuestos miembros de una importante red de tráfico de drogas muestra lo rápido que los cárteles saltaron a la nueva ubicación.
“De Posorja sirve. Destino final: Antwerp”, se lee en un mensaje de agosto de 2020, enviado al presunto líder del grupo, quien fue acusado de dirigir una organización dedicada al tráfico de estupefacientes.
“Sale por la playa / Posorja Hamburgo”, se lee en otro mensaje que recibió ese año.
Factor humano
De acuerdo con Mauricio Santamaría, quien dirigió la Policía de Posorja hasta abril pasado, dos de los cárteles más violentos de Ecuador se disputan el control de la logística del tráfico en la zona: Los Choneros y Los Lobos.
Estos dos grupos —antigüos aliados que se convirtieron en acérrimos rivales— han sido jugadores clave en el baño de sangre que inunda Ecuador desde 2020, llevando al presidente Noboa a declarar el estado de emergencia a inicios del año pasado.
En Posorja, los cárteles han amenazado a los habitantes y usado sus casas como bodegas para almacenar drogas, según Santamaría.
“Buscan sacar a la gente de sus viviendas para usarlas para acopio, o extorsionan a los pescadores”, dijo.
Agregó que la policía estableció una unidad especial de inteligencia para prevenir la contaminación de contenedores.
Pero han enfrentado represalias. En marzo pasado se reportó un ataque a balazos contra una base local de policía donde un teniente resultó herido.
Aunque que el puerto cuenta con varias capas de medidas de seguridad para controlar qué y quién puede entrar en las instalaciones, la mayor parte de las incautaciones en 2025 se realizaron al alcanzar una de las últimas barreras de defensa: una unidad canina que olfatea contenedores en intervalos clave durante el proceso de carga.
Los perros pueden detectar drogas ocultas de formas sofisticadas que no podrían ser detectadas por los escáneres. Por ejemplo mezcladas en forma líquida con textiles u otros materiales.
Pero los animales tienen otra ventaja: son insobornables. De acuerdo con una evaluación interna de seguridad de la Unión Europea de 2024, elaborada por una consultora danesa, el personal de Posorja fue calificado como una de las mayores vulnerabilidades del puerto, con un “alto riesgo” de ser infiltrados y corrompidos.
El reporte destaca que el puerto ha establecido “medidas especiales” para resolver la situación, como transportar a los empleados fuera de las instalaciones en un bus para evitar que los traficantes puedan acercarse. La compañía también lleva a cabo evaluaciones de “confianza” al equipo cada dos años, incluyendo la revisión de señales de riqueza inexplicable.
Sin embargo, apunta el informe, a medida que crece el volumen de carga, Posorja debería anticipar una mayor “presión sobre los trabajadores de las instalaciones portuarias para facilitar la contaminación dentro de la terminal”.
Los camioneros que transportan carga a Posorja también enfrentan presiones. En un juicio en 2023, un chofer explicó cómo hombres armados entraron a la fuerza a su vehículo. Posteriormente, se localizaron 1.1 toneladas de cocaína en el cargamento de bananos que llevaba.
“Llegando [al puerto] los señores me indicaron que entre, que no diga nada a nadie y me dijeron que ellos sabían dónde y con quien vivía y que si decía algo iban a matar a mi familia y a mí”, dijo el conductor, quien intenta apelar su condena por tráfico de drogas.
Las drogas fueron luego detectadas por la unidad canina.
Un efecto escalofriante
El aumento de la violencia, que a menudo ocurre en lugares públicos, ha tenido un efecto escalofriante en Posorja.
En los cinco años previos a la apertura del puerto, sólo se habían registrado 13 asesinatos en la ciudad. Se han registrado más de 200 desde 2020. La policía sospecha que la mayoría de los asesinatos están relacionados con el narcotráfico.
Familiares y amigos lloran a las víctimas de una masacre en un bar de la provincia de Guayas, Ecuador, vinculada al narcotráfico, el 29 de julio de 2025.
El analista de seguridad Scaturro señaló que es especialmente difícil escapar al alcance de los traficantes en un pueblo como Posorja —hogar de unas 33 mil personas— cuya economía ahora se centra en el puerto.
“Podríamos decir que al menos la mitad de la gente que vive en el pueblo está envuelta de una forma u otra en los negocios del puerto, desde cuidadores de perros hasta el conductor del camión o el empleado de la gasolinera”, dijo.
Esto los deja “expuestos” a la “actividad ilícita que tiene lugar y se manifiesta en esos contextos”.
El 12 de julio, un video que mostraba el cuerpo de un hombre tirado bocabajo en un camino rural fue compartido por una página de Facebook que reporta noticias locales.
“La violencia y la muerte no cesan en Posorja”, indica la publicación. Fue el asesinato 25 del año.
Paul Vugts (Het Parool) y Brecht Castel (Knack) contribuyeron con este reportaje.