Openlux es una investigaciĂłn basada en un análisis del registro mercantil de Luxemburgo En particular, se concentra en los beneficiarios finales, o UBOs, de las compañĂas registradas en Luxemburgo Lea las respuestas a las preguntas frecuentes sobre este asunto complejo.
- 1 ¿Qué es un beneficiario final (UBO)? ¿Por qué es importante conocer la identidad de los UBO?
- 2 ¿Por qué importa Luxemburgo?
- 3 ¿Por qué Luxemburgo creó un registro de beneficiarios?
- 4 ÂżCĂłmo funciona el registro de UBO de Luxemburgo?
- 5 ¿Cuáles son los problemas con el registro UBO de Luxemburgo?
- 6 ÂżCĂłmo OCCRP y sus socios lograron usar el registro?
- 7 ¿Qué muestran los datos?
- 8 ÂżCĂłmo se compara el registro de UBO de Luxemburgo con el de otros paĂses?
- 9 ¿Cuáles son las perspectivas para que mejore la base de datos de Luxemburgo? ¿Quién está trabajando en ello? ¿Quién es el responsable?
¿Qué es un beneficiario final (UBO)? ¿Por qué es importante conocer la identidad de los UBO?
Un beneficiario final, o UBO por sus siglas en inglĂ©s (Ultimate Beneficiary Owner), es la persona que obtiene un beneficio de una determinada entidad corporativa. El UBO de una empresa legĂtima puede ser simplemente su propietario legal.
Sin embargo, en estructuras corporativas complejas, el o los UBO posiblemente no aparecen entre los socios de una empresa porque se ocultan detrás de apoderados o de otras empresas. En estos casos, delincuentes y cleptócratas pueden resguardar sus activos o moverlos por el mundo, mientras que sus identidades no figuran en los registros.
Gracias a filtraciones como los Papeles de Panamá, sabemos que hay una industria masiva de abogados, contadores y agentes de formación de empresas que están dispuestos a ayudarlos.
Por eso, la divulgaciĂłn de informaciĂłn actualizada y precisa sobre beneficiarios reales es esencial para autoridades y periodistas de investigaciĂłn que buscan procesar o exponer actos de corrupciĂłn, que emplean el uso de compañĂas anĂłnimas para evitar ser detectadas.
81 paĂses tienen leyes que exigen que los beneficiarios finales de las empresas ubicadas en sus territorios se registren ante una autoridad gubernamental. Pero los requisitos sobre quĂ© tipo de entidades corporativas están obligadas a presentar la informaciĂłn varĂan y prácticamente todas estas leyes tienen vacĂos en relaciĂłn a la exactitud de la informaciĂłn recopilada. Muchos paĂses tambiĂ©n ponen lĂmites para su acceso.
Los activistas en favor de la transparencia dicen que los registros de beneficiarios finales tienen que ser gratuitos y abiertos al pĂşblico. La gente tiene derecho saber quiĂ©n está construyendo una fábrica en su ciudad, vendiendo seguros, enseñandos a sus hijos o proporcionándoles medicinas. Los periodistas y otros actores de la sociedad civiles quieren acceder a esos registros para investigar a personajes corruptos de forma independiente a las fuerzas de seguridad. Un beneficio adicional, argumentan, es que las empresas legĂtimas saben con quiĂ©n hacen negocios y limitan su exposiciĂłn a actores perjudiciales.
¿Por qué importa Luxemburgo?
A pesar de ser uno de los paĂses más pequeños del mundo, tanto por su tamaño como por su poblaciĂłn, Luxemburgo tiene una enorme industria de servicios financieros que atrae billones de dĂłlares de inversiĂłn extranjera.
Las bajas tasas de impuestos corporativos, asĂ como la confidencialidad que ofrece el paĂs, atraen inversionistas del mundo entero. SegĂşn Tax Justice Network (la Red por la Justicia Fiscal), Luxemburgo es la sexta jurisdicciĂłn financiera más secreta del mundo y tambiĂ©n ocupa el sexto lugar en su Ăndice de paraĂsos fiscales empresariales.
Un estudio del Parlamento Europeo tambiĂ©n reconociĂł los vacĂos normativos luxemburgueses y afirmĂł que “Luxemburgo se sitĂşa a la cabeza de los paĂses de alto riesgo de la UE" en relaciĂłn a su vulnerabilidad frente al lavado de dinero.
Mientras que oficialmente los impuestos corporativos en Luxemburgo se sitúan alrededor del 25 por ciento, en 2014 la investigación Luxembourg Leaks reveló como, por debajo de la mesa, se llegó a un acuerdo con cuatro importantes firmas de contabilidad para rebajar la factura fiscal a 340 multinacionales. Estos pactos, conocidos como “tax rulings”, permitieron pagar menos de 1 por ciento en impuestos sobre sus ganancias.
Estas revelaciones pusieron contra las cuerdas al entonces recientemente elegido presidente de la UniĂłn Europea, Jean-Claude Juncker. Cuando Luxleaks se hizo pĂşblico, Juncker acababa de ser nombrado tras haber ocupado el puesto de primer ministro luxemburguĂ©s durante casi dos dĂ©cadas. Tras sobrevivira una mociĂłn de censura, Juncker se comprometiĂł a priorizar la lucha contra la evasiĂłn fiscal en su mandato. Años más tarde, recordĂł su tardĂa respuesta como uno de los mayores errores de su quinquenio.
¿Por qué Luxemburgo creó un registro de beneficiarios?
Aunque Luxemburgo ha sido durante años un destino privilegiado para el dinero en efectivo del extranjero, fue uno de los Ăşltimos paĂses europeos en establecer un registro de UBO y sĂłlo lo hizo tras una considerable presiĂłn externa.
Los miembros de la UniĂłn Europea tienen la obligaciĂłn de aprobar una legislaciĂłn contra el lavado de dinero que se ajuste a una serie de normas comunes. A lo largo de la Ăşltima dĂ©cada estas se han endurecido y ampliado, gracias en buena parte a investigaciones periodĂsticas que expusieron cĂłmo los más ricos evadĂan los sistemas existentes.
En las negociaciones sobre la Ăşltima gran actualizaciĂłn de estas reglamentaciones de la UE, el Parlamento Europeo abogĂł por que se añadiera el requisito de crear registros de UBO abiertos al pĂşblico entre los paĂses miembros. Sus argumentos fueron reforzados por la publicaciĂłn de los Luxembourg Leaks, una importante investigaciĂłn del ICIJ que mostrĂł cĂłmo grandes empresas reducĂan sus impuestos aprovechando estructuras corporativas basadas en Luxemburgo.
En 2015, la UE aprobĂł por primera vez un paquete de medidas que le exigĂa a los Estados miembros crear un registro de UBO. Pero, en un golpe para los defensores de la transparencia, no exigĂa que este fuera abierto al pĂşblico.
Sin embargo, a los pocos años, una serie de atentados terroristas y la publicaciĂłn de la investigaciĂłn de los Papeles de Panamá, obligaron que los responsables polĂticos reforzaran de nuevo los reglamentos de lucha contra el lavado de dinero. La actualizaciĂłn de las normas de 2015 obligaba a todos los Estados miembros hacer pĂşblicos sus registros de UBO.
Luxemburgo, junto a otros paĂses, se demorĂł y a finales de 2018 la ComisiĂłn Europea lo llevĂł al Tribunal de Justicia de la UniĂłn Europea porque ni siquiera aplicĂł un conjunto de normativas anteriores. En enero de 2019 Luxemburgo finalmente aprobĂł una ley para establecer su registro de UBO y la abriĂł en marzo de ese año.
ÂżCĂłmo funciona el registro de UBO de Luxemburgo?
El Registro de Negocios de Luxemburgo, un organismo cuasi-oficial gestionado por el Estado, la Cámara de Comercio y la Cámara de Oficios, se encarga del registro de UBO del paĂs.
Cualquier persona puede acceder al registro en sitio web, que contiene el registro mercantil. Tras superar una pregunta de verificaciĂłn, los usuarios pueden buscar empresas por su nombre o por su nĂşmero de identificaciĂłn.
Para acceder al registro de UBO no hay que pagar ni hay que crear un usuario. Pero hay limitaciones serias que restringen su utilidad para periodistas, activistas o el pĂşblico en general.
¿Cuáles son los problemas con el registro UBO de Luxemburgo?
Al ver los resultados de las búsquedas de una empresa, son evidentes las limitaciones del registro. Muchas empresas aún aparecen con un “certificado de no inscripción de los beneficiarios efectivos” lo que indica que a pesar de la ley no han presentado sus UBO al registro.
SegĂşn las cifras del gobierno, casi el 90% de las empresas luxemburguesas ya entregaron la identidad de sus UBO al registro, tal y como se exige. En realidad, segĂşn los datos extraĂdos por Le Monde, la cifra real es más cercana al 50%. Incluso cuando se cumple con las declaraciones, todavĂa hay vacĂos. Por ejemplo, si ninguno de los socios tiene más del 25% de la empresa, no es necesario divulgar sus identidades. En este caso un mensaje anuncia que "no se ha podido identificar a ningĂşn beneficiario efectivo" y que en su lugar se registraron “altos cargos directivos de la empresa".
Cuando un beneficiario final quiere disimular su presencia, apoderados o abogados suelen ocupar ese puesto. En estos casos, la base de datos es poco útil para investigar. Pero el principal defecto del registro es también uno de los más básicos: no se puede buscar un dueño por su nombre. Si un periodista quiere averiguar si un funcionario corrupto o un delincuente tiene una empresa en Luxemburgo, necesita tener mucha suerte para encontrarla en la base de datos.
"El hecho de que no se pueda buscar por el nombre de UBO puede verse como una forma de proteger la privacidad", dijo Maira Martini, experta en polĂticas de Transparencia Internacional. Y señalĂł que la bĂşsqueda de un "equilibrio entre el interĂ©s pĂşblico y el privado" cuando se elaboran las normas sobre UBO ha ocupado un lugar destacado en los debates entre los legisladores de la UE.
SegĂşn Martini, la falta de un mecanismo que garantice la exactitud de los datos es otra falla del registro luxemburguĂ©s. "Dinamarca y algunos otros paĂses de la UE han empezado a poner en marcha mecanismos de verificaciĂłn, por lo que sin duda hay un margen de mejora", dijo. "Se trata de un vacĂo crucial que debe solucionarse".
ÂżCĂłmo OCCRP y sus socios lograron usar el registro?
Para sortear las deficiencias del registro UBO de Luxemburgo, el periódico francés Le Monde logró extraer 3,3 millones de documentos de la plataforma online del registro. Hay documentos corporativos y estados financieros de las 260.000 empresas que se han registrado en Luxemburgo desde 1955. Los datos incluyen la identidad de 117.424 propietarios efectivos (o administradores, cuando los dueños no pueden ser identificados).
En colaboración con OCCRP y su equipo de datos que procesó la información, periodistas de una docena de medios de todo el mundo hicieron búsquedas por nombre, juntando pistas que les permitieron hacer historias de interés para sus lectores.
¿Qué muestran los datos?
Los periodistas encontraron nombres sorprendentes. Traficantes de armas, lĂderes de organizaciones criminales, asĂ como amigos y familiares de figuras polĂticas del mundo entero se mezclan con multimillonarios, cantantes, actores y deportistas. Por lo menos 104 miembros de la lista Forbes de multimillonarios aparecen en la base de datos.
Los periodistas también identificaron:
Un traficante de armas que está en medio del mayor escándalo de corrupción en Francia;
El lĂder de una de las mayores organizaciones criminales rusas, con conexiones con el Kremlin;
Un yerno del atiguo dictador tunecino.
Un empresario turco acusado por Estados Unidos de estar vinculado a una trama de créditos fiscales de 511 millones de dólares;
Un magnate indonesio del aceite de palma, considerado como responsable de la deforestación de miles de hectáreas de selva;
Varios miembros de la temible mafia 'Ndrangheta.
ÂżCĂłmo se compara el registro de UBO de Luxemburgo con el de otros paĂses?
SegĂşn la normativa de la UE, los Estados miembros tenĂan hasta el 10 de enero de 2020 para tener registros de UBO de acceso pĂşblico. Pero la mayorĂa no lo ha hecho. Luxemburgo es uno de los cinco que han implantado un registro gratuito y de acceso pĂşblico. Los otros son Bulgaria, Dinamarca, Letonia y Eslovenia.
Aunque otros paĂses de la UE tambiĂ©n tienen registros, siete colocaron barreras de pago y 17 no los han abierto al pĂşblico. LOs [EE.UU. En Estados Unidos, la [Ley de Transparencia Corporativa aprobada el mes pasado exige que se cree un registro de UBO. Pero solo las autoridades podrán tener acceso.
Thom Townsend, director ejecutivo de OpenOwnership, una ONG que aboga por la transparencia de los datos de propiedad efectiva, describe el registro de Luxemburgo como "marginalmente mejor que la media", con una utilidad limitada porque sĂłlo puede buscarse por empresa, en lugar de por propietario.
El registro alemán funciona al revés: se puede buscar por personas, pero no por empresas. Además, Alemania sólo permite que solo sus ciudadanos tengan acceso y cobra por cada búsqueda.
La exactitud de los datos tambiĂ©n es un problema. Luxemburgo no es el Ăşnico que tiene fallas. Un estudio sobre el registro Companies House del Reino Unido, alabado por su acceso pĂşblico y gratuito, descubriĂł que niños menores de dos años aparecĂan como titulares de 4.000 empresas. Otras 400.000 empresas aĂşn no habĂan declarado o no podĂan decir quiĂ©n era su beneficiario final.
El registro danés ha sido distinguido por entregar una de las informaciones más precisas del mundo sobre UBO, ya que exige que incluso presenten una copia de su pasaporte o documento de identidad. Después se realizan comprobaciones para determinar si una personas es realmente el beneficiario final de la entidad. Si una empresa no puede o no entrega información exacta, las autoridades la pueden disolver.
Por Ăşltimo, Dinamarca es parte de un pequeño grupo de paĂses que publica la informaciĂłn sobre UBO en un formato estructurado de datos abiertos, lo que facilita estudiarlas y cruzarla con datos de otros paĂses.
¿Cuáles son las perspectivas para que mejore la base de datos de Luxemburgo? ¿Quién está trabajando en ello? ¿Quién es el responsable?
Que la accesibilidad y la utilidad del registro UBO de Luxemburgo mejoren depende de las disposiciones de la UniĂłn Europea. Aunque las repetidas revelaciones sobre abusos corporativos han sido un argumento poderoso a favor de la transparencia, queda por ver si existe suficiente voluntad polĂtica para obligar a los Estados miembros a realizar cambios.
La quinta Directiva de la UE contra el lavado de dinero obliga que los Estados miembros actualicen sus registros de UBO para que sean legibles para un computador y que sean estructurados. AsĂ se crearĂa un registro interconectado en toda la UE antes del 10 de marzo de 2021. Pero no es obligatorio presentar esta informaciĂłn en lo que se llama "formato de datos abiertos". Además, habrá pocos cambios sobre la forma en la que los registros recopilan y comparten la informaciĂłn sobre los UBO.
"Hay un gran debate sobre qué información del registro de empresas debe publicarse de manera abierta y cuál no" dijo Martini, de Transparencia Internacional. Sin un requisito de datos abiertos, añadió, la UE seguirá permitiendo que los Estados miembros fijen sus propias reglas. Por ejemplo, imponer cobros para ingresar u obligar que los usuarios se registren.
¿Qué les impide hacerlo? Uno de los mayores obstáculos es la privacidad.
Los paĂses que restringen las bĂşsquedas por nombre de UBO, pueden argumentar que proteger la privacidad es importante. De hecho, es lo que Luxemburgo avanza. "Ya están apareciendo casos judiciales que impugnan estos registros" por considerar que exponen informaciĂłn personal, explicĂł Martini.
Además de crear bases de datos más completas, el sector pro-transparencia argumenta que se necesitan más fondos para garantizar la exactitud de la información de los UBO. Al fin y al cabo, si se presenta información falsa, no importa que el público la vea o no.
"Cuando pensamos en todo esto, está el aspecto polĂtico. Pero tambiĂ©n la cuestiĂłn, extremadamente aburrida, de quiĂ©n paga por ello", explicĂł Townsand.
Dinamarca afirma que realiza comprobaciones manuales de cada empresa que presenta informaciĂłn sobre los UBO. Esto se considera una buena práctica, pero tambiĂ©n requiere la contrataciĂłn de investigadores financieros cualificados para examinar cada una de estas presentaciones, dijo. Estos ingresos podrĂan salir de impuestos o de aumentar las tasas que cada empresa tiene que pagar al constituirse.
"El punto fundamental es que el dinero no está ahĂ, y tiene que estarlo", dijo Townsand. Dinamarca realiza verificaciones manuales en empresas que se considera que han presentado informaciĂłn sospechosa de UBO. Esto se considera una buena práctica, pero tambiĂ©n requiere la contrataciĂłn de investigadores financieros cualificados para examinar cada una de estas presentaciones, dijo. Estos ingresos podrĂan salir de impuestos o de aumentar las tasas que cada empresa tiene que pagar al constituirse.
"El punto fundamental es que el dinero no está ahĂ, y tiene que estarlo", dijo Townsand.